miércoles, 19 de agosto de 2009

Igual estaba caminando, y nadie se fijaba en él. Era casi invisible a los ojos de las demás personas, nadie le prestaba atención , nadie siquiera se daba vuelta para mirarlo; sí , invisible , eso lo describia perfectamente. Pero el caminaba esperando encontrarse con quien todos los días se cruzaba y aunque no le prestara atencion ni un segundo solo verla lo hacia sentir bien, solo sentir su calor de cerca, solo sentir sus pasos (que se oían un 90% mas fuertes que los de una persona normal). El solo hecho de pensar que ella sintió su presencia y que por lo menos un segundo pensó en él, lo hacia feliz. No necesitaba nada más, su vida estaba hecha hasta el próximo día donde iba a repetir la misma rutina para verla, para sentir su calor y oír sus pasos nuevamente.

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